30.11.05

Ayer fue martes a la noche porque veía T.V.

Nos vimos aparecer, uno a cada lado de la pantalla. Pocas veces al mes veo tele. Suelo hacerlo algunos martes a la noche. Ayer fue martes a la noche porque veía T.V.

Estábamos ahí, de pie, cuando encendí el aparato. Estábamos parados el uno frente al otro, y nos miramos. En ese momento pensé en su modo de ser sobreviviente en Argentina. Él debe haber pensado en el mío.

Afuera, en Rosario, llovía. En su Buenos Aires, no paraba de nevar. Así suele ocurrir.

Me encanta encontrarlo de vez en cuando en algún lugar, pero aborrezco su manía de hacerme evidente mi condición mortal, mi carácter desaparecible.

A Héctor Germán Oesterheld, in memoriam.

|